Podés controlar todo?

Durante el 2021 uno de los temas más tratados en mis asesorias o charlas de Instagram fue este, el control. ¿Podés controlar todo? ¿Qué pasa si algo sale mal y no es tu responsabilidad? ¿Qué hacemos cuando perdemos “el control” sobre algo? 

Dejame decirte que querer tener el control sobre todo lo que hacemos, ya sea que nos involucre solo a nosotras o al resto de nuestro círculo, es lo que nos lleva a equivocarnos más, errar y frustrarnos todo el tiempo. 

Nada nos va a salir como lo esperamos, sale mejor o peor, pero nunca como lo planeamos. Porque el tiempo cambia, la vida cambia, porque seguramente cuando hiciste ese plan o pensaste en esa actividad estabas en otro momento de tu vida. 

Los seres humanos somos seres mutantes, en constante cambio y adaptación. 

Te voy a poner en contexto. El mundo está pasando por la famosa crisis que ya todos conocemos, y el cambio es uno de los factores más repetitivos. Hoy podés viajar donde quieras, pero mañana tenes que estar quince días encerrada, cosas que le pueden pasar a cualquier persona. 

Una seguidora me contaba como el 31 de Diciembre del 2020 a las 19:00hs la aislaron, cómo en cinco minutos su noche cambió para siempre. Ese día que debía ser familiar, divertido, ameno y todo lo que conlleva, estuvo sola, frente a una pantalla y comiendo lo que tenía en la heladera de la casa. 

En sus palabras me dijo “pensé que iba a ser la peor noche de mi vida, con antecedentes de ansiedad, no sabía lo que me podía pasar, era un momento muy triste para mi después de estar cuidándome todo un año sin ver a mi familia. Pero elegí cocinar algo rico, poner una serie y disfrutar de mi compañía, al final la que había estado todo el año conmigo, era yo misma”

¿Qué elegís hacer? ¿Sentarte frustrada al creer que “todo te sale mal”? Porque podrías enojarte, sacar todas esas energías pero seguir. Buscar soluciones, cambios y adaptarte a lo que nos toca. 

Somos lo que hacemos con lo que nos pasa. 

Vos tenés el control de tu vida, tenés el control de lo que haces, de cómo reaccionas y podés manejarlo como quieras, del resto se encarga el universo. Soltá. 

Soltá todo aquello que no podés controlar, y lo que podés también. Animate a planificar pero aún así vivir el día a día. 

Entendé que todo cambia, que las cosas evolucionan y que probablemente eso que hoy te está doliendo o no entendes por qué te pasa a vos, mañana te convierta en una mejor persona. 

Animate a vivir la vida que querés y deseas, sin dañarte a vos misma. 

No te encierres en tus propios límites. Cambia, adaptate y viví, que al final se trata de eso.