Cómo sobrellevar el estrés diario?

Adiós estrés, hasta otra vida. 

No es nada fácil, no te voy a mentir. No se trata de pensar que no queremos tener más estrés y adiós a todo lo que esto conlleva. 

Como todo en la vida, se aprende. El estrés diario suele surgir de momentos que no podemos controlar, que no pudimos prever o que simplemente fueron inesperados en todo sentido.

Cuando el problema es de algo que surge solo una vez, mi mayor consejo es que puedas tomarte cinco minutos, respirar, concentrarte en lo que está pasando y en cómo solucionarlo. No estes en modo respuesta, ya que así no solo vas a actuar sin una estrategia, sino que probablemente puedas cometer más errores o agrandar el problema. 

Recordá que no somos robots, y que cinco minutos de paz pueden ahorrarte horas eternas de estrés. 

Pero, el mayor problema está cuando el estrés se repite a diario. Si todos los días sentís que no puedes controlar lo que te pasa, y que vivís a mil revoluciones, tenés que tener dos puntos clave en cuenta. 

El primero, identificar qué te está causando todo esto. Si tu estrés es constante, y se repite, es porque ALGO lo está detonando. Por ejemplo, en una asesoría una clienta me contaba que había un momento del día en el que se sentía totalmente abrumada, que su estrés se hacía cada vez peor y sentía mucha ansiedad. Reconocimos que ese momento era cuando más consultas o mensajes recibía de parte de su trabajo, lo cual no la dejaba realizar otras actividades tranquila. Fijamos un horario de atención, y se resolvió por completo. 

Pero este proceso, lleva tiempo y esfuerzo. Debemos reconocer, cambiar y adaptarnos. 

En el paso dos, te quiero dejar consejos para bajar este tipo de estrés y poder manejar esos momentos de la mejor manera posible. 

• Es clave que tengas prioridades. Hay una frase que me gusta mucho “tu urgencia, no me interpela” que no recuerdo dónde la leí, pero desde este punto partimos a la hora de elegir qué hacer y qué no. Si lo que te está estresando es que alguien se acordó que necesitaba hacer una tarea y te la delegó a vos porque para ESA persona es urgente, no significa que tengas que hacerla si o si. 
• Conectando con el punto anterior, aprendé a decir que NO. Pero no solo con el otro, sino también con nosotras mismas, si te sentís abrumada por tus actividades y falta de tiempo, aprendé a poner límites y ser realista con lo que podés dar sin hacerte mal.
• Mantene cerca a las personas que te pueden apoyar emocionalmente y ayudarte con lo que necesites. No te aísles. Es importante que puedas comunicar lo que te pasa, y si es necesario, pedir ayuda. 
• Intentá reconocer y aceptar las cosas que no se pueden cambiar. Permitite dejar ir la idea de controlarlo todo y no te alteres por lo que no podés cambiar. Si tu mood para hacer eso es desesperado, seguramente esa tarea te lleve mucho más tiempo que si la hicieras tranquila y con foco exclusivo. 
• Dale tiempo a las cosas que te gustan. Que tus hobbies y tus momentos de relax tengan un lugar ESPECIAL en tu agenda. No se trata de hacer una actividad cuando tenés tiempo, sino de hacerte un tiempo para ella. 
• Intentá llevar una rutina saludable. Dormir correctamente, alimentarte de manera sana y hacer ejercicio regularmente. Esto va a ayudarte a levantarte con ánimo y a tener más energía.

Se trata de cambiar el chip en ese momento donde creemos que todo se va a desbordar, y de prevenir que vuelva a pasar otra vez. 

Aprendamos a crear rutinas y vidas saludables, tanto física como mentalmente. ¡Tu cuerpo te lo va a agradecer! 

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